Pensé en que este año mi saludo navideño tenía que ser una imagen limpia, y que transmitiera la navidad con solo mirarla, sin esperar a que se abra una caja de regalo, aparezca un viejo pascuero, no quise incluir parafernalia... vitrineando tiendas para comprar un regalo, encontré estas dos bolas que decoraban una pequeña tienda de joyas y lograba que se viera sobrio y muy elegante, fue entonces cuando se me ocurrió pedirlas prestadas y llevarlas al estudio, puse un acrílico blanco sobre unos caballetes de madera, lo iluminé por debajo y con una caja de luz y unas plumavit iluminé las dos bolas, y las estrellas vinieron dar el toque de noche buena...
A veces lo simple es mas bello...
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